La caldera, sea de gas, gasóleo o biomasa, es el corazón del sistema de calefacción. Para que esa calidez llegue sin sobresaltos, sin ruidos extraños ni paradas inesperadas, conviene prepararla con la misma diligencia con la que revisamos un coche antes de un viaje largo.
Mantener la caldera a punto no es solo una cuestión de confort; es una obligación legal, una medida directa para ahorrar energía y el mejor seguro para alargar la vida útil del aparato. Un simple repaso cada otoño es la inversión más inteligente que puedes hacer para evitar averías costosas y, peor aún, momentos de frío inesperado.
Hay una serie de tareas sencillas, rápidas y cruciales que el propio usuario puede y debe realizar. Son los "primeros auxilios" del sistema, diseñados para asegurar que el circuito está listo para trabajar a pleno rendimiento después de meses de inactividad.
A. La Presión: El Pulso del Sistema
La presión es el indicador más importante del estado general de la caldera y el circuito de radiadores. Si la presión no es correcta, el agua no circula eficientemente y no calentará bien.
- ¿Qué es? Es la fuerza con la que el agua circula por el circuito cerrado, y se mide en bares en el manómetro (un reloj o pantalla digital) de la caldera.
- Nivel Ideal: Debe situarse entre 1 y 1,5 bares cuando el sistema está frío.
- ¿Qué pasa si es baja? (Menos de 1 bar) El sistema no circula bien y puede que la caldera ni siquiera se encienda. Necesitas rellenar el circuito utilizando la llave de llenado (una pequeña llave que suele estar bajo la caldera). Hazlo lentamente, vigilando el manómetro, hasta alcanzar el nivel óptimo.
- ¿Qué pasa si es alta? (Más de 2 bares “en frío”) Una presión excesiva puede forzar las juntas y hacer que salte la válvula de seguridad. Para bajar la presión lo que debe hacer es purgar uno o dos radiadores para liberar ese exceso de agua y presión hasta que el nivel se normalice.
B. Purga de radiadores: Fuera el aire atrapado
El aire es el enemigo silencioso de la eficiencia. Se acumula en las partes altas del circuito (normalmente en los radiadores superiores) y crea "bolsas" frías. Un radiador lleno de aire no calienta de forma uniforme.
- Síntomas de Aire: El radiador está caliente abajo, pero frío en la parte superior. O emite un sonido de agua corriendo o burbujeo al encenderse.
- Procedimiento “paso a paso”:
C. Observación visual rápida y limpieza
Antes de encender la caldera por primera vez en otoño, realiza una inspección visual y una limpieza ligera del entorno:
- Fugas: Observa si hay fugas visibles o rastros de humedad en juntas, conexiones, tuberías o bajo la propia caldera. Una pequeña gotera debe ser reparada por un profesional antes de que el sistema trabaje a máxima presión.
- Ventilación: Asegúrate de que las rejillas de ventilación obligatorias (en el local o estancia de la caldera) están limpias y despejadas. La caldera necesita un suministro de oxígeno constante para una combustión segura.
- Termostato Ambiente: Verifica que el termostato que controla la temperatura está encendido y que dispone de pilas nuevas (si las lleva) y que se comunica correctamente con la caldera (si es del tipo inalámbrico).
- Contador/Grifos de Gas/Gasóleo: Revisa que el suministro de combustible está abierto y que tienes suficiente reserva (en caso de gasóleo).
Más allá de esas tareas básicas de usuario, la revisión profunda debe hacerla un técnico autorizado. Este servicio es una inversión que no solo cumple con la normativa, sino que garantiza que la caldera funciona de forma segura, económica y eficiente.
Tareas Exclusivas del Técnico Autorizado (El Chequeo Completo):
El profesional no solo ve el exterior, sino que revisa también alguna partes internas de la caldera para asegurar que la combustión es correcta y segura.
Área de Revisión |
Descripción de la Tarea Profesional |
Objetivo de la Tarea (Seguridad y Eficiencia) |
---|---|---|
Combustión y Humos |
Análisis de la combustión para asegurar que la mezcla de combustible/aire es óptima. Verificación de la salida de humos y que no haya gases tóxicos (CO) en la vivienda. |
Obligatorio para garantizar la seguridad (prevención de monóxido de carbono) y la máxima eficiencia. |
Limpieza Interna |
Limpieza del quemador, (si es necesario) la cámara de combustión y el intercambiador de calor. Un quemador sucio consume más, produce más hollín y calienta menos. |
Aumenta la eficiencia (se estima que una limpieza puede ahorrar hasta un 15% de combustible) y previene fallos. |
Válvulas de Seguridad |
Comprobación y prueba de la válvula de seguridad (que libera presión en caso de emergencia) y las válvulas de alivio. |
Fundamental para la seguridad de la instalación. |
Componentes Críticos |
Revisión de los sensores, termostatos internos, vaso de expansión, bomba de circulación y electrodos de encendido. |
Previene las averías en el momento de mayor uso (el invierno). Ajusta el vaso de expansión si es necesario para mantener la presión estable. |
Cumplimiento Legal |
Emisión del Certificado de Revisión (documento legal que acredita la inspección y cumplimiento de la normativa vigente). |
Evita multas y es necesario el seguro de hogar. |
- Revisión Obligatoria: La normativa varía según la potencia y el país (consulta la legislación local). Las calderas de gas domésticas deben pasar una revisión periódica (ECA) que es realizada por una empresa autorizada por la administración, y de acuerdo con la legislación vigente.
El mantenimiento de la caldera no es, ni de lejos, un gasto. Es una rutina que genera beneficios tangibles desde el primer día que la enciendes en invierno.
La Trilogía del Beneficio de la Revisión:
- Ahorro Económico Inmediato: Una caldera a punto (con quemadores limpios y la combustión optimizada) consume hasta un 10-15% menos de combustible que una sucia o desregulada. El coste de la revisión se amortiza rápidamente en el ahorro de gas o gasóleo.
- Mayor Durabilidad y Menos Averías: El técnico identifica pequeñas piezas desgastadas (juntas, sondas, pequeños sensores) que se pueden reemplazar por poco dinero antes de que provoquen una avería mayor que afecte a componentes caros como la bomba o la electrónica. Se alarga la vida útil del aparato.
- Confort Garantizado y Tranquilidad: La revisión previene afrontar las temidas "olas de frío" con mayor tranquilidad, por aquello de que la falle en el momento más inoportuno. De este modo tienes la certeza de que tu casa estará cálida y tu instalación es segura.
Preparar tu caldera para el invierno es un gesto de responsabilidad con tu hogar, tu economía y con la seguridad. Desde verificar la presión hasta solicitar la revisión completo de la caldera, cada paso es importante.
No dejes que el frío te pille con la guardia baja. Un invierno caliente y confortable empieza con una caldera bien cuidada y una instalación “puesta a punto”.
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El invierno tiene su propia sinfonía en casa: el murmullo del agua llenando los radiadores, el crujido de la madera en la estufa y el primer soplo cálido y constante de una caldera que arranca sin esfuerzo.
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